Grandes campañas institucionales en todo el mundo, nos recuerdan los peligros del tabaco, los problemas pulmonares de los fumadores activos y pasivos, pero nadie se atreve a hacer nada contra la contaminación atmosférica o la contaminación de nuestros alimentos.
Los daños que ocasionan en las personas la contaminación atmosférica, la especulación y alteración del agua, el uso de pesticidas, colorantes, conservantes, hormonas y hasta clonación de alimentos son tan importantes de divulgar como los peligros del tabaco.
Poner freno a la contaminación de las grandes industrias, compañías petroleras, a los fabricantes de armas o a las grandes multinacionales de los alimentos que no dudan en utilizar los limites de las normas y en muchos casos saltárselas impunemente, no es posible dado los grandes intereses económicos y políticos que controlan estas empresas.
Pero es importante que se sepa. Es importante que de vez en cuando personas como Carlos de Prada se atrevan a publicarlo para que tomemos conciencia y a través de la información reclamemos nuestro derecho a un aire puro, a un agua limpia y a unos alimentos sanos.
El poeta latino Juvenal (60 d.C.-128 d.C.) dijo: “Mens sana in corpore sano”. Si aspiramos a una mente más sana, a una nueva conciencia, no podemos dejar de lado los elementos básicos que nos dan vida: el aire, el agua y la tierra.
Infórmate, toma conciencia y piensa qué puedes hacer, por poco que sea, para mejorar tu vida, así también ayudarás a mejorar la vida de los demás y la del planeta.