Ana pasa las tardes entre ollas y fogones, cocinando en la antigua casa con su abuela.
Aunque no puede ver, Ana tiene el don de conocer nuestras más íntimas emociones y de evocarlas con sus mágicas mezclas de canela y azafrán. Pero un día, encontrará una persona que despertará en ella una infinita ternura y abrirá sus sentidos a un mundo totalmente desconocido.
La niña que caminaba entre aromas es una deliciosa historia que conmueve desde el primer momento y nos enseña que, si queremos, todos podemos transformar nuestras debilidades en fortalezas.