Se comenta que en la noche del día de los difuntos cuando hay luna llena, el primer rayo de luz, allá donde caiga devolverá la vida a los muertos, despertarán en la noche y dormirán en el alba. Una vez pasó…
Pero, ¿qué ocurriría si en lugar de personas fueran pollos?
Ya era de noche cuando el carnicero empezó a desplumar y a desollar a los pollos, de repente uno de los pollos degollados iba tropezando y chocando con las paredes, el carnicero, que no daba crédito a lo que estaba viendo, consiguió agarrarlo y chas, chas, lo hizo trocitos con su cuchillo y enterró el cuerpo en el jardín, pero, pensando que todo había acabo, no había hecho mas que empezar.
Acompañados de los vecinos del pueblo, podremos reírnos desde el principio hasta el final de esta alocada historia.
La editorial OQO nos presenta su última novedad Como pollo sin cabeza de Pablo Albo, que nos relata una historia de zombis un poco peculiar y Mikel Mardones, que nos presenta unas ilustraciones divertidas y terroríficas para pasarlo de miedo en la noche de Halloween.
Qué divertido!! habrá que leerlo!!